¿Cómo nace la industria en México?

La actividad industrial en nuestro país se origina con la primera transformación de materias primas como la artesanía, construcción, orfebrería, cerámica, tejido, y la elaboración de alimentos y bebidas, que dieron lugar a los orígenes del sector industrial y fue con la llegada de los españoles alrededor del año 1519  cuando la industrialización comenzó a configurarse de manera más profunda con la finalidad de explotar los recursos mineros, textiles, tabaco, jabón y pólvora principalmente.

Alrededor de 1890,  se le dio mayor impulso a la actividad económica ya que se potencializó la creación del transporte privilegiando el comercio y las comunicaciones principalmente, después la aparición del telégrafo y  el teléfono; dando origen  al servicio telefónico de larga distancia y la construcción de ferrocarriles; otras actividades como el desarrollo de la minería de plata  impulsaron la llegada de empresas extranjeras que venían a nuestro país a beneficiarse de la mano de obra barata y volvieron a México un polo atractivo por la gran variedad de recursos naturales, tanto agrícolas, mineros y petrolíferos.

Estos y otros acontecimientos económicos y políticos, dieron pauta para que el país entrara en una etapa de industrialización, lo que le facilitó en gran medida su entrada a la arena del comercio internacional.

A raíz de la Revolución Mexicana y a finales del porfiriato, el país sufrió un estancamiento importante en materia industrial, la mayor parte de las políticas públicas estuvieron orientadas al campo y en cómo redistribuir la tierra con fines agrarios. Fue hasta el periodo del régimen cardenista que se optó por el apoyo a la actividad industrial estimulando la participación activa de  inversionistas mexicanos.

 A raíz de la Segunda Guerra Mundial, se da paso a la producción de bienes  manufacturados nacionalmente. Este fue el detonante histórico para la creación de las zonas industriales que se establecieron  en ciudades densamente pobladas, dado que la producción que generaban estaba íntimamente ligada con el consumo interno, y en consecuencia, cerca de los propios mercados.

El proceso de industrialización se consolida a fines de la década de 1950 y principios de 1960; pero fue durante el periodo de años 1958 a 1964, que se brinda un impulso importante al sector industrial. Las fábricas instaladas se incrementaron en niveles de hasta 52%, lo que trajo como consecuencia la primera planeación urbanística para el asentamiento de los primeros polos de desarrollo industrial.

Si bien estos distan mucho de lo que conocemos actualmente como parques industriales, sí tenían la infraestructura que la industria contemporánea demandaba. El ordenamiento implicó cambios en el uso de suelo de la tierra, con lo que se legislaron las primeras reglamentaciones para la construcción de naves industriales.

Hoy en día, y con los tratados de libre comercio que tiene México con más de 45 países, y sumado a nuestra privilegiada posición geográfica, ha hecho que la industria nacional e internacional nos vea como un lugar único para la manufactura y distribución de diversos productos.

México está creciendo hacia esa integración comercial internacional como cadena de suministro y con el ahora fenómeno del nearshoring ciudades del sureste del país como Mérida, en Yucatán ya forman parte de ese ranking de zonas industriales con gran futuro para potenciar las inversiones. Castelli Park, el desarrollo industrial de Grupo Castelli ofrece a ésta inversión tanto local como extranjera un campo de oportunidad para su desarrollo y crecimiento de sus negocios.

Por  Claudia C.

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